El fin de semana pasado nos acercamos al Parque Natural de la Serranía de Cuenca para seguir la evolución de las nuevas masas que hemos creado, este año, en dos lugares diferentes. En nuestra anterior visita ya pudimos observar como algunos propágulos ya estaban sacando hojas en superficie.
En la jornada del sábado se trataba de observar directamente si sufren depredación en la Laguna de Uña, dados los antecedentes que tenemos en ella.
La jornada empezó con la parte lúdica, ya que visitar el río Júcar y no disfrutar de sus fondos ¡es imperdonable! Por eso lo primero que hicimos a primera hora de la mañana fue sumergimos en sus aguas bajo el Ventano del Diablo, con la intención de observar la evolución del río este año y disfrutar de sus represas de travertino.
El agua estaba a 17ªC, normal para esta época del año. No estaba especialmente clara y las nubes que tapaban el sol a ratos no aportaban las mejores condiciones. No obstante, el sol apareció, como se verá en las próximas fotografías.
En esta inmersión se pueden interpretar aspectos sobre los procesos geológicos de creación y degradación de las rocas, de los procesos ecológicos en un tramo alto de río, de sus especies animales y vegetales asociadas. Además de los efectos de los aprovechamientos históricos que se ha hecho de los ríos mediterráneos.
Esta inmersión siempre tiene un hito, la llegada a las barreras de travertinos que hay bajo el mirador del Ventano del Diablo. Estas barreras se forman por la acumulación de carbonatos entre los líquenes que crecen en la propia toba.
Como se puede apreciar en la siguiente imagen, el carbonato disuelto en el agua, decanta y se fija en todo aquel material que queda fijo en el lecho del río.
Los procesos ecológicos están basados en la escasez de materia orgánica debido a la corriente. Por ello la vida bentónica está muy limitada. En el caso de los peces, en esta ocasión pudimos ver gobios, cachos, bogas y truchas.
Tras la inmersión, nos cambiamos y nos fuimos para Uña. Una vez en la laguna, nos volvimos a cambiar y nos dividimos el trabajo de revisión. Dos se irían a ver las masas que se plantaron aguas adentro de la laguna, detrás de las masas de carrizos que hay en la presa. Mientras que otros dos se irían a observar las masas que se plantaron en la parte exterior de los carrizos del muro y los ejemplares que se plantaron en el margen derecho, junto a una de las plataformas pesqueras.
Las masas que se plantaron más profundas, algunas de ellas por debajo de los 3,5 metros, se encuentran muy bien. Tienen un estado vegetativo muy bueno. De hecho, cada rizoma tenía más de 15 peciolos buscando la superficie. Es más, encontramos dos flores en superficie y un fruto ya madurando. Hechos que nos permiten ser bastante optimistas con su futuro.
Pero no todo podían ser alegrías y más sabiendo que las carpas ya nos estropearon la campaña de 2017 en esta laguna. En esta masa nos encontramos que habían descalzado un ejemplar grande que ya contaba con hojas, una flor e, inclusive, un fruto maduro. Nos tocaba volver a plantarlo lo antes posible.
En resumen, el primer equipo georreferenció e inventarió los propágulos que han emergido en esa zona. Tras lo cual, se salió del agua y se fue a cambiar. Mientras tanto, el segundo equipo se había ido a buscar los propágulos plantados a profundidad escasa, entre los carrizos y el muro. En esta masa no hacía falta más que protegerse de la vegetación y posibles desechos (cristales, latas, etc.) que pudieran dañar a los voluntarios.
Esta segunda masa se ha visto más afectada por las carpas, ya que su escasa profundidad ha hecho que únicamente se pudieran observar y documentar dos ejemplares. Aún así, presentaban buen vigor y múltiples hojas flotando.
Una vez que habían revisado esta masa, se desplazaron hasta la tercera masa. En este caso se encuentra en el margen derecho de la laguna y su estado también era muy bueno.
Los trabajos fueron los mismos que en las otras masas, con la ventaja de no tener que usar el equipo de buceo por estar plantados a poca profundidad.
En esta masa también hemos sufrido un descalce por parte de las carpas. Lo volvimos a plantar con la esperanza de que salga adelante.
Una vez habíamos finalizado, nos cambiamos y nos fuimos a comer a uno de los restaurantes del pueblo. Solemos comer en el campo, pero en esta ocasión había que celebrar nuestro aniversario, que es el día 18 de julio.
El domingo nos acercamos al embalse de Molino de Chincha para ver cómo ha evolucionado la masa nueva que también habíamos plantado en marzo.
En este caso los resultados han sido peores. Primero, porque el embalse estaba excepcionalmente bajo. Este hecho posiblemente haya afectado a los rizomas nuevos, ya que, por el momento, solo uno ha emergido hojas. Esperamos que esta masa mejore.
Volveremos en septiembre para ver como han evolucionado durante el verano y como se preparan para pasar el invierno.
Atentamente,
Gemosclera. Asociación para la Difusión del Conocimiento de los Humedales su Conservación.
Declarada de UTILIDAD PÚBLICA por el Ministerio del Interior de España.