Este fin de semana hemos participado en estas jornadas organizadas desde 2017, gracias al esfuerzo de nuestro amigo Antón López, apoyado por el Ayuntamiento de Vivero, a través de su concejal Jesús Fernández, a la CMAS y a la FEDAS, con el apoyo de Pep Fillat, y a otras entidades que facilitan su desarrollo.

Tras dos años de pandemia en los que las Jornadas no pararon, realizándose online en 2020 y 2021, por fin hemos podido compartir unos días y celebrarlas de forma presencial. Durante un fin de semana profesionales de la arqueología, de la historia, de la construcción naval y hasta de la cocina, hemos compartido trabajos con el público general interesado en los temas tratados, pudiendo aprender todos de todos.
Viajamos a Vivero el viernes por la tarde, nuestros trabajos nos impidieron asistir a la apertura de las Jornadas esa tarde pero queríamos estar allí a las 9 de la mañana del sábado, para no perdernos ninguna ponencia. Antes, como nos gusta hacer, nos dimos una vuelta antes por la localidad, para disfrutarlo tempranito.


Este año las jornadas se han celebrado en el actual conservatorio de Vivero, un bonito edificio que hace muchos años fue el hotel Venecia y en el que Rosario San Isidro prácticamente no se sentó en todo el fin de semana, atendiendo a ponentes y asistentes y solucionando las pequeñas incidencias inevitables en estos actos.

Y como no podía ser de otra manera, los primeros en la fila de entrada éramos los de Gemosclera.

Presentadas las jornadas por las autoridades, comenzaron las conferencias. La cuarta del día era la nuestra, que comenzó justo después de comer, a las 16:30.


Lo primero que hicimos fue resaltar los motivos por los que la arqueología subacuática deja de lado las aguas interiores en España, mientras que en otros sitios no es así.

Después explicamos que nosotros trabajamos tanto en proyectos relacionados con el patrimonio natural como con el cultural y que además lo hacemos teniendo en cuenta ambos, independientemente del objetivo inicial.

Esta forma de trabajar ha tenido múltiples éxitos en ambos tipos de patrimonio. Para demostrarlo, pusimos varios ejemplos en los que, trabajando inicialmente en proyectos cuyo objetivo era el patrimonio natural, hemos podido obtener resultados en el cultural, de forma sinérgica.


Tras detallar algunos casos de éxito, se explicó que la base es una metodología que seguimos en todas nuestras actuaciones. Poniendo como ejemplo un caso que podrían entender todos los asistentes, una limpieza de fondos.

Finalmente se explicaron de forma general los diversos procedimientos que se siguen, haciendo especial hincapié en las fases de planificación y la de difusión del conocimiento adquirido, especialmente entre la población general.

Para finalizar, dimos las gracias a nuestros patrocinadores y a nuestros voluntarios. Recordando especialmente a Aitor, nuestro querido amigo que ha fallecido recientemente. Nos va a costar volver al Lago de Sanabria sin él.



Tras nuestra conferencia se sucedieron varias más hasta la última, en la que Vicente Ruiz García, disertó acerca de la alimentación histórica de la Marina española. Además, después tuvimos la suerte de disfrutar de una degustación de esa comida adaptada a tiempos actuales. Los productos fueron preparados por Lola Rouco y Lucas Requejo, afamados restauradores locales.

El domingo, tras cuatro interesantes conferencias, se dieron por cerradas las jornadas. Volvimos a casa encantados, orgullosos de haber participado, con nuevos amigos y deseando volver a ser invitados.
Gemosclera. Asociación para la Difusión del Conocimiento de los Humedales y su Conservación
Declarada de utilidad pública