El sábado, 14 de septiembre, nos desplazamos a la laguna de Uña para evaluar los resultados de la repoblación con brinzales que habíamos hecho en primavera y para comprobar el estado de las masas ya establecidas.
Este fin de semana nos hemos acercado a los dos sitios que hace años repoblamos con nenúfar blanco, con el fin de contribuir a su conservación, a ver cómo están evolucionando.
El proyecto arrancó en 2016, cuando los Servicios Territoriales de Medio Ambiente en Cuenca se pusieron en contacto con nosotros para solicitar nuestra colaboración. Desde entonces, hace ya 7 años, colaboramos con ellos todo lo que podemos.
El fin de semana pasado nos acercamos al Parque Natural de la Serranía de Cuenca para seguir la evolución de las nuevas masas que hemos creado, este año, en dos lugares diferentes. En nuestra anterior visita ya pudimos observar como algunos propágulos ya estaban sacando hojas en superficie.
El pasado 8 de mayo aprovechamos para revisar el estado de los nenúfares, tanto los que traslocamos este marzo pasado, como los que mantenemos en vivero para comprobar si son capaces de mantener estrategias de «guerrilla«.
Pese a que todavía no estaba avanzada la primavera, queríamos ver si los nenúfares plantados en Cuenca habían sobrevivido en sus nuevos emplazamientos. También queríamos ver si los del vivero se habían recuperado totalmente de la tormenta Filomena.
El martes 30 de marzo nos desplazamos de nuevo a la laguna de Uña con el fin de cerrar los trabajos de plantación.
El día 20 habíamos plantado múltiples propágulos en tres zonas con diferentes hábitats y por diferentes métodos. Diez días después hemos vuelto para reubicar algunos de los propágulos que quedaron plantados a demasiada profundidad, a comprobar el estado de los demás y a buscar nuevos hábitats idóneos ante futuras campañas.
El domingo 7 y el lunes 8 de marzo hemos reiniciado, otro año más, este proyecto de colaboración con los Servicios Territoriales de Medio Ambiente en Cuenca. Su objetivo principal es asegurar la sostenibilidad del nenúfar blanco (Nymphaea alba), ya que esta especie solo mantiene dos poblaciones en toda Castilla – La Mancha. Una en el Ciudad Real, en el río Bullaque, y otra en Cuenca, en las Lagunas de El Tobar, entre Beteta y Masegosa.
Llevamos trabajando en este proyecto desde 2017, año en el que empezamos a estudiar las masas y las distintas formas de conseguir aumentar las poblaciones en otros lugares, sin afectar a la masa original.