El fin de semana del 15 al 17 de julio, después de mucho trabajo para el estudio que está realizando la Universidad de Valencia, cerramos los muestreos de vegetación en Ruidera.
En esta ocasión tocaba terminar con las lagunas San Pedro, Tomilla, Conceja y Fuente de la Tienta. En total se realizaron 8 inmersiones, con mucho calor y muchos visitantes en el Parque, pero con buenos resultados. Y eso que el fin de semana empezó mal, la otitis de uno de los buceadores nos obligó a replantear la planificación.
La actividad comenzó el viernes al mediodía, después de terminar nuestra jornada laboral, unos desde Madrid y alguno escapando del calor aún más extremo de Córdoba. Nos íbamos a reunir con nuestros compañeros de la Universidad de Valencia, que llevaban toda la semana tomando muestras de sedimentos e invertebrados en diversos puntos del Parque.
Nada más llegar a Ruidera, nos fuimos para la laguna Conceja, punto de encuentro pactado con nuestros amigos valencianos. No podíamos perder tiempo, preparamos los equipos, organizamos los muestreos, repasamos los transectos y nos fuimos al agua.
Las inmersiones del viernes se pudieron ejecutar sin mayores contratiempos, excepto por la pérdida de una cámara de vídeo que finalmente encontramos. Desgraciadamente, la rotura o la pérdida de material es habitual en este tipo de actividades, en las que muchas veces se deja de lado cuidar el material por tener la cabeza en la consecución de objetivos.
Despúes de ejecutar los dos transectos de la Conceja, nos fuimos a cenar y a organizar el material, ya que la jornada del sábado prometía ser intensa y larga. Teníamos que ejecutar 5 transectos en cuatro lagunas diferentes: San Pedro, Tomilla, Conceja y Fuente de la Tienta.
La inmersión en la laguna San Pedro tenía por objetivo muestrear el primer cuarto de la laguna, aguas abajo de la entrada de aguas del Arroyo Alarconcillo. Desgraciadamente, sigue con las mismas características que hemos observado hasta ahora (eutorifazación de origen humano y muy mal estado ecológico). Sin embargo, no se observaron desechos.
El problema de este transecto radicaba en la necesidad de transportar a los buceadores con canoa ya que, por más que el Organismo gestor del Parque ha intentado ayudarnos, no había ningún acceso directo para realizar la inmersión.
El transecto se realizó sin mayores problema. Únicamente cabe destacar la nula presencia de vegetación a partir de los 2 primeros metros en ambos márgenes y una visibilidad horrorosa, por lo que se ejecutó lo más rápido que se pudo. Recogiendo el material y las embarcaciones lo antes posible y cambiando de laguna sin dilación.
La siguiente inmersión se ejecutó en la Laguna Conceja, en un transecto en el que teníamos especial interés. En la jornada anterior se había observado una ligerísima mejora respecto a años anteriores. Además, en nuestra última actividad, el control de la calidad de sus fondos de hace unas semanas, también habíamos observado una ligera mejora aguas abajo. Queríamos saber si esas mejoras aportarían resultados homogéneos en esa zona.
Efectivamente, la laguna se está recuperando, ya que hay vegetación en sus fondos. Observándose más que en el transecto anterior y menos que en el siguiente. Os daremos datos más precisos en nuestra próxima entrada, relacionada con el control de fondos que hicimos, aprovechando las inmersiones.
Después de salir y recoger el material, nos fuimos a comer unos bocadillos, cargar aire en las botellas y organizar las siguientes inmersiones, las de la Tomilla. Era necesario el uso de canoas para desplazar a los buceadores y sus posibles muestras.
Entramos al agua a las 15:30 con mucho calor y un sol que hizo muy costosas las tareas de preparación del material. Sin embargo, las inmersiones se pudieron realizar sin problemas ya que una ligera brisa, que empezó a esa hora, facilitó las tareas.
Después de realizar las dos inmersiones en la Tomilla, recogimos el material y nos fuimos a tomar muestras a la Laguna de la Fuente de la Tienta, una de las más desconocidas del Parque y que ni siquiera aparece en muchas de las publicaciones existentes. Esta pequeña laguna somera, de unos 50 metros de diámetro y 3 metros de profundidad máxima, se encuentra a escasos metros del margen izquierdo del principio de la Laguna Conceja. Actualmente no hay acceso directo a la lámina de agua, por lo que no se visita nunca. Hecho que la protege mucho.
El acceso fue muy duro, puesto que había que evitar impactos, pero lo que encontramos fueron unas masas de carofíceas con una potencia espectacular. Aportándonos las muestras con mayor biomasa de todo el Parque.
También pudimos tomar muestras y documentar otras especies animales autóctonas de peces y reptiles que son más difíciles de ver en el Parque, debido a que están muy presionadas por otras exóticas invasoras.
Finalmente, para rematar la jornada, nos desplazamos a tomar muestras de agua a la Laguna Cueva Morenilla. Actividad que ejecutamos sin mayores problemas, puesto que no requirió el uso de equipos de respiración autónoma.
Con esta actividad habíamos terminado las actividades del sábado. Como se puede apreciar, trabajamos hasta la extenuación. Nos quedaba disfrutar de la cena en el Hotel Matías y degustar su queso frito y su crema de queso, entre otros platos.
Tras cenar, nos fuimos a la cama lo antes posible, ya que el domingo aún nos esperaba una inmersión a primera hora en la Laguna San Pedro. Dura por la falta de visibilidad y las condiciones peligrosas de sus fondos, no se había podido ejecutar por falta de tiempo. Es una pena que los fondos de esta laguna presenten tantos restos (sillas, sedales, redes, etc.) que no solo impactan, sino que impiden trabajar con seguridad.
Después de la inmersión ya solo quedaba recoger todos los equipos, cargar los coches y volvernos cada equipo a su lugar de procedencia: Córdoba, Madrid y Valencia.
Con esta actividad se han dado por acabados los trabajos de campo que, para nosotros, han constado de cuarenta inmersiones en casi todas las lagunas del Parque. Esperamos que este esfuerzo, ejecutado por personas que tienen familia, trabajo y otras aficiones, redunde en la conservación de este humedal.
De momento, ya hemos conseguido hacer amistad con un grupo científico que nos ha parecido humano, respetuoso con nuestra labor y humilde en su actividad. Seguro que a partir de ahora, volveremos a colaborar con ellos en futuras ocasiones.
Atentamente,
Gemosclera. Asociación para la Difusión del Conocimiento de los Humedales y su Conservación
Declarada de utilidad pública